Desde que estaba muy chavo siempre le tuve mucho miedo a ser un conformista y hoy entiendo que ese temor no estaba nada lejos de la verdad. A lo largo de la vida nos toca caer muchas veces pero depende de nosotros aprender a levantamos de esas caídas. Los tropiezos están en todas partes, desde una relación que no funciona, una amistad que se acaba, un trabajo no resulta ser lo que esperábamos, hasta un compañero de trabajo que nos pone el pie para que tropecemos.
Caemos por muchísimas razones, lo importante es no conformarse y seguir hacia adelante lo importante es levantarse, tomar fuerza y aprender de la experiencia. Darte por vencido te convierte en un mediocre y eso te convierte en conformista, en alguien que no está dispuesto a pelear, en una persona que acepta la idea de que nunca alcanzará su máximo potencial en la vida.
En la vida he sentido muchas veces miedo e incertidumbre. La duda siempre está presente cuando más vulnerables nos encontramos, cuando perdemos nuestro camino, cuando no podemos cumplir con nuestras obligaciones, cuando nos hacen creer que no podemos seguir adelante.
Yo al igual que muchos de los que leen este artículo comencé el camino cuando no tenía recursos, no tenía influencia y mucho menos dinero. Sólo tenía una herramienta lo suficientemente poderosa para nunca darme por vencido, una herramienta que nadie me podía arrebatar: Determinación.
Siempre tuve la determinación de luchar por mis sueños, por realizarme y construir mi destino sin que me importaran las piedras que se cruzaran en mi camino. A esa temprana edad, cuando apenas comenzaba mis estudios universitarios y con toda la vida frente a mí decidí no tener miedo y simplemente hacer las cosas.
Decirse a sí mismo que no hay opciones y que no somos capaces de cambiar las circunstancias de la vida es triste. Aun más triste es ver que en el mundo son más las personas que se dicen a si mismas "no puedo", en lugar de decir "vamos hacía adelante".
Y es entonces cuando la vida te pasa por delante y permaneces en un trabajo que no te gusta, o estudias una carrera que odias y no te apasiona, o te rodeas de gente conformista por que así puedes justificar tu mediocridad.
¡Que te valga! Recuerda que no se trata del evento, se trata del pensamiento, aquellos que viven derrotados son esos que perdieron la batalla sin ni siquiera haber comenzado. La actitud derrotista comienza dentro de ti, haciéndote la víctima, justificando tu mediocridad al echarle la culpa al mundo que te rodea.
Que te valga y presta atención a lo que dice la gente que te rodea, que te quiere y le importas. Compara su forma de expresarse y pensar con tu forma de expresarte y pensar. Compara su forma de ver la vida con la tuya, escucha y aprovecha sus declaraciones contigo.
Aquellos que muestran una actitud mediocre y una mentalidad de víctima normalmente hacen declaraciones de derrota y mediocridad que aplican en diferentes areas de nuestra vida.
¿Cómo y dónde?
-Quejándose en el trabajo:
¿Cómo puedo hacer una diferencia si no me lo permiten?
-Quejándose de las oportunidades:
¿Cómo puedo comenzar un nuevo proyecto si no tengo dinero?
-No creyendo en si mismas:
¿Para qué lo intento si nadie me va a dar la oportunidad que necesito?
Cuando dependen de los demás:
-Yo no tengo conexiones, ni amigos solidarios, no tengo educación, si los demás fueron menos egoístas yo podría hacer algo en la vida, lograr mis metas.
Cuando se comparan con otros:
-Si yo hubiera tenido esa oportunidad otra sería mi historia y las cosas hubieran resultado diferentes para mi.
Cuando lo dejan todo en manos del destino:
-Yo no tengo suerte.
Cuando dejan todo para mañana:
-Tengo sueños que son importantes pero comenzare a luchar por ellos mañana.
Cuando no reconocen el esfuerzo de otros:
-Si yo también tuviera una familia con dinero y conexiones mi historia sería igual a la suya.
Cuando se escudan en la mediocridad de otros:
-Ya Fulanito lo intento y no pudo. ¿Para qué lo intento yo?
¿Qué tienen en común estas diez afirmaciones?
- Qué todas muestran la cara de la mediocridad, muestran la cara de una mentalidad de ser víctima, haciendo responsable de sus problemas y dolor a situaciones que son externas. Recuerda que el cambio comienza de adentro hacia afuera. La responsabilidad de cambiar las circunstancias no es de nadie más que uno mismo.
Todos hemos dudado en algún momento de nuestra vida, todos hemos caído. Lo importante es tomar conciencia y entender que nada es permanente, entender que los golpes son cicartizes que nos recuerdan que ahora somos más fuertes, que hemos aprendido algo y eso nos da más sabiduría y experiencia.
¡El gran desafío es cambiar la mentalidad y por supuesto que se puede! Si muchos hemos sido capaces de cambiar nuestras circunstancias eso significa que otros pueden hacerlo también.
¿Qué podemos hacer para cambiar nuestra mentalidad?
Comienza por dar el primer paso, comienza por generar cambio en lo más inmediato y verás que ese pequeño logro te va a llevar a más logros, y los son metas cumplidas que al final del camino nos llevarán por consecuencia al éxito.
La parte más difícil muchas veces es simplemente comenzar e ignorar ese pensamiento negativo que aparece en tu cabeza diciendo "es muy difícil" o "no puedo hacerlo".
¿Cómo puedes cambiar tu entorno si no cambias por dentro? Cambia tu comportamiento para lograr objetivos y celebra cuando consigas tu metas.
Se persistente y dirige toda tu energía para lograr ser una mejor versión de ti. Ten cuidado con tus palabras, lo que dices es un reflejo de lo que piensas y lo que piensas se refleja en tu comportamiento. Las palabras negativas son el vocabulario de la mediocridad. Rodéate de personas positivas, personas que te alienten a ser mejor, personas que han superado obstáculos y logrado objetivos.
Sal de tu zona de comfort, ponte a prueba y no tengas miedo al cambio, por que el verdadero crecimiento sucede cuando te atreves a desafiar tu estabilidad. La zona de comfort sirve para descansar pero no para vivir en ella.
Recuerda que la suerte solo existe para aquellos que se atreven a intentarlo, La suerte es una formula mágica que requiere de preparación, compromiso y aprovechamiento de oportunidades. Así es, las oportunidades solo sirven si tomamos provecho de ellas. Es más las oportunidades no solo llegan, las oportunidades también se generan. El cambio vive en nosotros, la decisión de valorar las experiencias nace de nosotros, el éxito solo se logra cuando creemos en nosotros.
Recuerda: Todo lo que puedes cambiar es a ti mismo, y eso puede cambiarlo todo.
¡NO MANCHES!
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